“Las
deudas que colombianos están adquiriendo por esta vía, la libre inversión y las
libranzas comienzan a presentar riesgos.
Dicha
situación encendió las alarmas en el Banco de la República, según advirtió
Dairo Estrada, director del departamento de estabilidad financiera del Emisor,
quien señaló que la morosidad de las tarjetas de crédito viene en aumento y
representa el 1,8 por ciento del total de la morosidad del crédito de consumo.
En su
opinión, este fenómeno se viene presentando debido a la alta competencia que
existe en el mercado, en especial en el de las tarjetas de crédito, en el cual
los almacenes de cadena y las grandes superficies mantienen políticas de
colocación agresivas.
Durante
la entrega del informe de estabilidad financiera, el funcionario también dijo
que el endeudamiento de los hogares se desaceleró al cierre de junio pasado y
se situó en 16,3 por ciento.
Por su
parte, la carga financiera de los hogares colombianos varió de 23,3 por ciento
en diciembre del 2011, a 21,2 por ciento en junio del 2012.
Esto
significa que por cada 100 pesos de ingresos en los hogares, se destinan al
pago de intereses y amortización de deuda 21,2 pesos.”
Tomado del diario portafolio
En Colombia se sabe que a los bancos se les
permite en términos legales tomar medidas de carácter restrictivo; estas
medidas son demasiado fuertes y atemorizantes frente a las posibilidades económicas
a futuro de cada individuo, es decir, la amenaza continua de ingresar a la
lista negra de procredito o datacredito obliga a muchos a buscar cualquier
medio para evitar la deuda.
Sin embargo, en un ejemplo no muy lejano
frente al acceso al crédito, Estados unidos nos cuenta su historia crediticia y
su no tan lejana crisis económica debido al endeudamiento de las personas de
este país por el no pago de crédito a entidades bancarias que otorgan más de lo
que cada usuario se permite pagar.
Quien no
conoce la historia se condena a repetirla
Soy una más que opina que en la actualidad la
riqueza se mide por la capacidad de endeudamiento (crédito), y esto solo debe
usarse cuando la persona tiene la capacidad de pagar.